Bueno mis buenos vecinos, nuevamente su cuate El Bola tratando de recordar algunas anécdotas, asà como algunos lugares de nuestra queridÃsima Colonia Narvarte. Empezaré por contarles algunas cosas que de alguna manera me marcaron en la vida y que posiblemente a ustedes también.
La primera fue aquella ocasión que por ahà de 1967 en los primeros dÃas del año, nos cayo una nevada histórica en la ciudad de México. Recuerdo que yo tenia un padrino que manejaba un auto de alquiler y trabaja de noche. No me acuerdo muy bien, pero creo que entre las dos y tres de la mañana fue a tocar a la casa para que nos asomáramos a la calle porque estaba nevando; era impresionante. Ver el parque de Diagonal de San Antonio totalmente cubierto de nieve, y el ver los copos caer, fue un espectáculo inusual para todos los que lo vivimos ese momento.
Otra acontecimiento sin lugar a dudas fue el temblor de 1957 (también por la madrugada). Recuerdo que el edificio crujÃa de una manera impresionante. Por la hora y por el desconocimiento que aun tenÃamos para manejar este tipo de fenómenos, no nos quedaba mas que rezar. Ese temblor paso a la historia porque fue el dÃa que se cayo el Ãngel de la Independencia.
El último de los acontecimientos que de alguna manera paralizo a la ciudad de México, fue la gran expectativa que generó la llegada de ese cantante español llamado Raphael. Era tal la locura por verlo, que prácticamente la ciudad se quedo vacÃa. El dÃa que dio su primer concierto en México, si mal no recuerdo fue en el centro nocturno llamado El Patio.
Raphaél en el Patio, México DF, 1968
Por último ya mas para acá, fue la construcción del metro que comenzó a pasar por la colonia con las estaciones de División del Norte y Eugenia (en esta estación aun existe una placa conmemorativa de dicho acontecimiento en 1980) descubierta por el ex presidente José López Portillo. Y la última y que considero la mas importante por el lugar donde se encuentra ubicada fue la de Etiopia. Ahà convergen las calles de Cuauhtémoc, Diagonal de San Antonio y Xola por un lado, y por el otro Cumbres de Maltrata.
Aprovecho para hablar de esta glorieta (Etiopia) preciosa en verdad, con jardineras alrededor y una fuente muy estilizada que tuvieron que quitar por la estación del metro. Diagonal de San Antonio cruzaba de lado a lado, aun no habÃa puentes peatonales. Su nombre lo adquirió del pueblo de Etiopia, el cual donó a México una placa conmemorativa en ese entonces por el llamado Majestad Imperial, el emperador de Etiopia, Haile Selassien Iya (creo que a este señor si lo querÃamos). En junio de 1954, el pueblo etÃope agradeció a México el haberlo defendido en algún foro internacional. Esta placa aun se conserva en uno de los corredores del metro. En esta glorieta se ubicaba el Hotel Suites Emperador, lugar que se volvió muy famoso por que en el se hospedaban muchos deportistas, principalmente jugadores de futbol.
Otra de las glorieta muy representativa fue la del Riviera, la mas grande que yo haya conocido. En la misma se conjuntaban las calles de División del Norte, Cuauhtémoc y Universidad; las tres con camellón y carriles en ambos sentidos. Era tal el flujo de automóviles que la tomaban, que para los conductores era un verdadero problema cruzarla, no se diga para los novatos en el manejo, ya que si no sabÃan entrarle se la pasaban esperando, y si lograban tomar el centro después no podÃan salir. Ahà mismo se encontraba el emblemático salón Riviera (ahora ya desaparecido). En el se realizaban los llamados “Tés Danzantes†al igual que en el Salón Maxims. Por cierto, no sabia por qué les llamaban asÃ. Hace poco me comentó una persona que “Té Danzante†era por que empezaba el evento por ahà de las cinco de la tarde (me supongo que era la hora del té) y terminaban aproximadamente a las 10 de la noche. Te Deum, se les llamaba a los eventos en los que se veÃa relacionada a la iglesia como en fiestas de fin de graduación, XV años, etc.
Otra glorieta muy interesante era la de Vértiz. Cruzaban por allà las calles de Dr. Vértiz, Universidad, Cumbres de Maltrata y alguna otra pequeña calle. Era una de las entradas a la unidad habitacional de la Scop. Recuerdo que ahà habÃa un hotel casi llegando a la glorieta. Era muy famoso porque en ese lugar se hospedaban la mayorÃa de los jugadores de beisbol que llegaban a México. Cada temporada yo pasaba por ahà al regreso de la primaria y he de contarles que conseguà muchos autógrafos de los beisbolistas que en ese tiempo admiraba, principalmente de los Diablos Rojos de México.
Justamente ahora viene a mi memoria una anécdota relacionada con el beisbol que por ahà leà (ya que yo nacà poco tiempo después de que sucedió). Resulta que uno de los dueños del equipo antes mencionado, logró traer a México a uno de los mas grandes beisbolistas que ha tenido los Estados Unidos, el mas grande jonronero del equipo de los Yanquis de Nueva York. Era tal la expectativa por ver en persona al llamado Babe Ruth, que el viejo parque Delta se lleno al máximo, casi 18, 000 espectadores estaban presentes para verlo. Lo convencieron para que tomara un bate y diera alguna exhibición (no obstante de haberse retirado 10 años antes) y accedió. Cual serÃa la sorpresa para el público, que este hombre de mas de 100 kilos de peso y con una potencia en sus muñecas que lo hicieran famoso mundialmente, prendió un batazo que paso por arriba de las laminas del jardÃn derecho, yendo a caer la pelota a la calle de Xochicalco. ¿Para la historia verdad?
Por último en esta entrega hablaremos de los refrescos que en esa época se tomaban. Indudablemente la Coca Cola asà como la Pepsi Cola ya existÃan, pero también existÃan otros como Las Chaparritas el Naranjo, riquÃsimas las de esa época pero muy pequeñas para calmar nuestra sed de jóvenes. La Lulú era una botella bastante grande, lo suficiente para calmar la sed de cualquiera. Por cierto, todos los envases eran de vidrio con una corcholata. También los llamados Jarritos, el Soldado de Chocolate, el Sidral Mundet, el Orange Crush, el Pep, el Gran Mister Q (también un refrescote).
Claro, no me podÃa olvidar del llamado Mexi Cola. Éste refresco marco toda una época por que sus publicistas para aumentar sus ventas, lo relacionaron con uno de los mas grandes boxeadores que ha tenido México, el llamado Ratón MacÃas. Recuerdo que las corcholatas de las botellas tenÃan un corcho y abajo del corcho aparecÃa una leyenda que si tenia uno suerte, le tocaba «El Ratón Paga» y lo tomábamos gratis, yo pienso que por este hecho se vendÃa muy bien, ya que era un gran número de personas que tenÃan la suerte de tomarlos gratis. Ya que estamos hablando de las corcholatas, nuestro ingenio nos permitió hacer los llamados zumbadores: les quitábamos el corcho, las aplanábamos como ahora los llamados tazos, les hacÃamos dos agujeros en el centro, pasábamos un cordel por en medio de los mismos y las puntas del cordel las tomábamos una en cada mano, después con un simple movimiento como acordeón, las hacÃamos zumbar.
Bueno queridos lectores, por el momento me despido agradeciendo sus visitas e invitándolos a participar con sus comentarios los cuales ampliaremos y daremos a conocer en su oportunidad. Hasta la próxima.
El Bola.
FotografÃas: La Ciudad de México en el Tiempo.
La calle a que te refieres que cruza la glorieta de vertiz es tepozteco. y el hotel a que te refieres estaba o esta en la calle de montealban y es el de los mineros que esta exactamente atras del teatro 11 de julio donde esta elsindicato minero.
Es IncreÃble después de tener una Bonita Ciudad, los Ñeros del «P.R.D.», la convirtieron un verdadero Muladar, Vecindad.
Otra de las calles que llegaban a la Glorieta de Vertiz es Casas Grandes